La cultura de un país define las normas de conducta pública y privada. Lo que es aceptado como normal y lo que excede la tolerancia depende de ellas. Estas normas cambian también dentro de un país, de una ciudad y entre los diferentes subgrupos de un determinado grupo social, cambiando así mismo lo que significan los signos no verbales. La significancia que se le da a estas manifestaciones, en el caso de los adolescentes, son varias. En un sentido, la expresión afectiva de una pareja contiene un mensaje en él que envía a sus congéneres para significar que “él o ella es mía(o), déjenla(o) en paz; y por otro lado, en la búsqueda de su individualidad, es una forma de desafiar a la autoridad (PERRY, 1992). Una investigación respecto a quiénes son los que más exhiben públicamente su afecto, sugiere que las parejas interraciales son menos proclives que las parejas intrarraciales a exhibirlo pública y privadamente porque no se sienten cómodas al respecto debido a las barreras sociales, pero no difieren una de la otra en el ámbito de lo íntimo (VAQUERA Y KAO, 2005). Como se puede ver, estos comportamientos están llenos de significados, de juego de roles y que al ser aceptados o no, nos moldean de afuera hacia adentro y al mismo tiempo, de adentro hacia afuera, configurando la identidad de una sociedad y lo que nos hace ser parte de ella.
La heterosexualidad o la homosexualidad de las parejas también importan: en este sentido, a menudo, las reacciones que producen son de desaprobacion y pueden llegar a la violencia
Existen muestras de afecto que se consideran propias de las mujeres y no son tan fácilmente aceptables cuando las realizan los varones. En nuestra cultura limeña es muy poco común ver a dos jóvenes del sexo masculino de la mano, o saludándose con un beso. Aunque sí es bastante común en el ámbito familiar, los besos de padre a hijo.
Todo este conocimiento nos lleva a cuestionarnos ¿acaso a nosotros, cómo jóvenes, nos resulta fácil expresar nuestro afecto en público? ¿Qué muestras de afecto creemos más tolerables y cuáles no? ¿Nos hemos sentido incómodos al ser testigo de alguna muestra de afecto por parte de otros jóvenes? ¿Nos hemos sentido incómodos al mostrar nuestro afecto, debido a las diferencias sociales y culturales? ¿Nos han llamado la atención por manifestar nuestro afecto?
La presente investigación está enfocada en las diferentes manifestaciones de afecto de los adolescentes y jóvenes inscritos en la sociedad limeña del siglo XXI. Se busca conocer cuán amplios o limitados son estas manifestaciones y cuáles son los comportamientos preferidos por los jóvenes. Los lugares públicos escogidos son un parque miraflorino (Kennedy), una plaza (Plaza de Armas de Lima) y un cine en Santiago de Surco (exteriores del cine Cinemark del Jockey Plaza). Si bien no es el objetivo de esta investigación es probable que, durante la observación, se den a conocer los condicionantes que moldean comportamientos en determinadas situaciones. Finalmente, deseamos que los resultados de esta investigación sean un aporte al esclarecimiento de la cultura juvenil y que motive al lector a que haga sus propias comparaciones con la cultura juvenil de generaciones anteriores.
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